Siempre me recriminaba que todos los sms a los que le respondía no finalizaran con una coletilla que yo, ya en aquel momento, estaba más que cansada de leer, oir... y no sentir...
É l me decía que me hacía la dura, pero que en e fondo, todo, absolutamente todo, era recíproco...
Yo esbozaba una pequeña sonrisa en forma de afirmación, con la esperanza de que algún día, no my lejano, esa sonrisa pudiera ser sincera, veraz, real.. pero los días iban pasando y pasando... y aquel sentimiento recíproco que debía de urdir en mi, no lo hacía, y a mi, se me agotaban las pequeñas sonrisas...
Un buen día nos sentamos uno frente al otro, nos mirábamos a la cara, nos leíamos los ojos...
Sus ojos decía un: no tengo miedo, me quiere...
Mis ojos decían un: me estoy equivocando, en el fondo le quiero... ¿no? un helado me aclarará las ideas, seguro...
- ¿Apetece un helado?
- La verdad es que no, tengo el estomago revuelto, además no hace mucho calor...
- Ah, bueno...- Y un incomodo silencio nos absorbió de repente la inteligencia, o mejor dicho, la ingenuidad de la normalmente hacíamos uso.
Yo sabía perfectamente que si él estaba compartiendo mi silencio era porque intuía lo que había venido a decirle, o a confesarle.
De repente, tomé un sorbo de valentía y dije un...
- ¿Que opinas?- Y el, como no, tan políticamente correcto como siempre me contestó con un:
- ¡¡¿Yo?!! No estoy aquí para opinar, yo, solo, SIMPLEMENTE, escucho...
- ¿Es un reproche con silueta de buenas maneras o SIMPLEMENTE sin silueta?
- SIMPLEMENTE no es un reproche, es un simple comentario, sin más... no te tengo que reprochar nada ¿no?
Y entonces, una tremenda sensación d escupir algo por la boca me inundó, aunque sabía de antemano que me arrepentiría de decirlo, salió de igual forma en un:
- Tal vez el no quererte...
Me miró con la misma cara que mira un niño al comprobar que su regalo de reyes, tan esperado, se convirtieron en simple, ruin y negro carbón.
Se incorporó.
- Supongo que a partir de aquí, de este preciso momento, todo lo que diga o haga será una total acción de gilipollas...
Se levantó y se fue, dejandome con la respuesta (inexistente) en la boca...
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